Por Manuel C. Díaz. “No se te ocurra ir en julio”, me dijo una amiga cuando supo que yo viajaría a Roma. Todo lo que ella recordaba de la ciudad eterna era el calor. Y la sandalia que se le quedó adherida al asfalto ardiente de la Vía Petroselli cuando trataba de cruzarla para llegar a la Boca de la Verdad. “Por poco me mata un carro”, me aseguró. No […]
Origen: ROMA -Eterna y calurosa-